Dolores punzantes, sensaciones necesarias.

¿Cuántos dolores somos capaces de sufrir? Somos las veces que salimos de la oscuridad, la inestabilidad y los miedos, las noches en vela y los días que  deseariamos estar durmiendo. Somos lo vulnerables que nosotros mismos consentimos, no pensamos que los dolores son la mejor manera de ir haciendo un gran camino, sin establecer rutas, pero sabiendo que sin heridas no hay metas. Somos mucho más de lo que pensamos a veces, que la vida no trae un manual de cómo actuar, de cómo gestionar y analizar, de qué medidas se deben tomar y si serán acertadas, la vida y sus golpes son la mejor ración de realidad. Sin miedo a caer no importará cuántas veces nos tengamos que levantar, sabiendo que vivir no es sólo felicidad, también será apatía, tristeza, nostalgia, frustración y soledad, pero solo en esta última, es donde podemos medir la intensidad de todo.